miércoles, 28 de enero de 2015
¿Por qué febrero es el mes más corto del año?
Desde hace más de 2.000 años, solo si es bisiesto se aproxima a sus compañeros de calendario
WIKIPEDIA
Mosaico del siglo III de El Djem, Túnez
A la vanidad de Octavio Augusto le debe el mes de febrero haber menguado hasta los 28 días actuales -29 en año bisiesto-, según se ha repetido históricamente. En el año 23 a.C. renombró el mes de Sextil delcalendario juliano como Augustus (agosto), tal como se había hecho antes con el mes de Quintil, que había pasado a llamarse Július (julio) en honor a Julio César. No contento con ello y viendo que el mes de su antecesor contaba con un día más que el suyo, le añadió uno que sustrajo a febrero.
De esta versión de los hechos, recogida en infinidad de artículos y libros sobre el origen del calendario, «no existe ninguna prueba arqueológica», señala sin embargo Juan Antonio Belmonte, astrónomo en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). En el artículo «Which Equinox?» publicado junto a César González (Incipit, CSIC), Belmonte alude a evidencias arqueológicas que muestran, sin embargo, que agosto ya tenía 31 días cuando el Senado romano aprobó el cambio de nombre.
¿Por qué era entonces febrero el mes más corto del año? «Porque era el último en el calendario romano, cuando diciembre era el décimo, como correspondía», explica.
El año comenzaba el 1 de marzo («martius», de Marte, dios de la guerra) en el primer calendario romano, que originariamente se dividía en solo 10 meses y al que había que intercalar otros adicionales para remediar los desfases con las estaciones. Numa Pompilio, sucesor de Rómulo, intentó solucionar el problema introduciendo dos meses más, enero (Ianarius, dedicado a Jano) y Februarius (el mes de las fiestas «februas» de purificación). El año pasó a tener 354 días, pero de forma ocasional había que incluir un mes más, el mercedinus, en el que se pagaba a la servidumbre y que a menudo era manipulado por intereses políticos y económicos.
Los egipcios «fueron los primeros en desarrollar un calendario de 365 días», basándose posiblemente en sus observaciones del ciclo anual del Sol, mediante la determinación de los solsticios «aunque hay quien defiende que puede tener un origen estelar basado en la repetición del orto heliaco de la estrella Sirio cada 365 días», señala Belmonte. Su calendario era de 360 días, más 5 adicionales que se añadían cada año, al final. «No usaron años bisiestos hasta la ocupación romana de Egipto», añade el astrónomo español.
fuente:abc.es
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