lunes, 17 de junio de 2013

Tres parques de nieve que buscan protagonismo

Lunes 17 de Junio de 2013


Además de los 6 centros de esquí que se encuentran en toda la Patagonia, la región también ofrece otras alternativas más modestas, pero no menos hermosas y que van en constante crecimiento.
Por ejemplo, Batea Mahuida, ubicado en Villa Pehuenia, Neuquén, es el único parque de nieve del país administrado por una comunidad mapuche: la comunidad Puel. El mismo se encuentra a 8 kilómetros de esta pequeña aldea andina enclavada en el corazón de la cordillera neuquina y a 310 kilómetros de Neuquén capital, rodeada de bosques de milenarias araucarias. Entre otras actividades que allí se realizan se pueden practicar caminatas con raquetas de nieve, o esquí de fondo.
Por su parte, Primeros Pinos, se encuentra a 50 kilómetros de Zapala, y a 230 kilómetros de Neuquén. Protegido por un hermoso bosque de araucarias es elegido por los residentes del Alto Valle de Río Negro y Neuquén y de sus alrededores, debido a que Primeros Pinos, constituye la alternativa invernal más próxima a la capital neuquina.
Otro de los sitios turísticos en crecimiento, es Calafate Mountain Park, en Santa Cruz. Ubicado a 15 kilómetros del centro de la ciudad, este nuevo centro de actividades invita a vivir la experiencia de disfrutar de la nieve y la naturaleza, con vistas al Lago Argentino y la cordillera de los Andes. Sus programas se desarrollan en el Cerro Huyliche a 1.050 m., ofreciendo actividades para todas las edades y con variados niveles de dificultad.
Durante el invierno, el parque de nieve ofrece variados programas: Learn to ski, Moto Snow fire, medios de elevación para la práctica del esquí, rental de equipos, esquí de travesía, raquetas de nieve, confitería, etc.
Sin embargo, en la Patagonia no es todo nieve. Este año La Pampa también se prepara para recibir la temporada. La gran novedad es el nuevo Autódromo provincial, donde el 15 y 16 de junio se corre el Supercar pampeano y zonales. Asimismo, las estancias de la Provincia abren sus puertas al turista y lo invitan a compartir el entorno natural y cultural a través de actividades que contienen un alto componente vivencial. El Parque Luro, por su parte, además de las actividades habituales, suma una serie de jornadas vinculadas con el medio ambiente en los diferentes escenarios con los que cuenta la reserva.
fuente: patagonico

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