El hincha argentino no para de sorprender. A horas de haber recibido una de las mayores goleadas en la historia de los mundiales y "fracasar" en el sueño de volver a ser campeón del mundo tras 24 años, miles de simpatizantes albicelestes le dieron la bienvenida al plantel como si hubiese traído la copa. El pedido general fue por la continuidad de Diego Maradona al frente del equipo.
No hubo reproches, sólo muestras de agradecimiento. Es que el pueblo futbolero (por lo menos los que se acercaron ayer) se identificó al máximo con el equipo y si bien sufrió hasta las lágrimas la eliminación a manos de Alemania, a esta altura el gran karma de argentina en los mundiales, decidió ir a recibir al equipo con aplausos.
A diferencia de lo que ocurrió con los, también amargos, regresos de equipos como Brasil e Italia, aquí no hubo insultos ni espacio para las críticas abiertas.
"El Diego no se va, el Diego no se va, no se va... el Diego no se va", fue el himno de la tarde-noche.
Quizás ese empujón anímico sirva para convencer a Maradona que continúe al frente del equipo.
En Sudáfrica ya no había nada más por hacer. Por eso los jugadores y cuerpo técnico decidieron emprender el viaje de regreso a Buenos Aires.
Ayer pasadas las 17.15 aterrizó el avión de Aerolíneas Argentinas que devolvió al plantel abiceleste al llano.
Desde temprano, cuando se confirmó la noticia que la selección había adelantado su regreso al país, los hinchas se comenzaron a juntar en los alrededores al aeropuerto de Ezeiza para darle la bienvenida al grupo.
Claro que como en la partida, un fuerte operativo policial impidió que se acerquen a Diego y sus jugadores. Por ello la gente inundó la autopista Richieri y todos los alrededores.
El personal de inmigración y aduanas atendió a los jugadores en el mismo avión y luego el plantel abordó directamente un micro en la pista, que los llevó a la sede de la AFA a paso de hombre por la marea de hinchas que acompañó el colectivo y que a pesar de la tristeza por la eliminación brindó muestras de apoyo al grupo.
En principio el plantel tenía prevista la vuelta para hoy por la mañana, en un vuelo chárter provisto por la FIFA, pero el cuerpo técnico insistió en adelantar viaje.
Lo que nunca imaginaron es que los hinchas le darían semejante bienvenida a pesar de la frustración por no haber conseguido el objetivo.
Los rostros de sorpresa de todo el plantel y los saludos a la gente (salvo Messi que no se mostró muy conmovido) reflejaron el agradecimiento a tamaña muestra de cariño, algo que no había ocurrido en los anteriores regresos post '86, sólo comparada con la del '90.
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