lunes, 20 de septiembre de 2010

“La Médica Rural” En Homenaje A MI MADRE.!!!


El 9 de Septiembre es el  80 ° Aniversario de su Cumpleaños!
Extraído de “La Medica Rural” de Dra. Nanci Marta Ferrari de Diby




“Revista del Sociedad de Medicina Rural de Neuquén” Año 1989 – Número dedicado d a Nanci Ferrari de Diby,”a nuestra querida compañera, amiga y maestra, ejemplo de humildad y dedicación permanece mas allá de su ausencia entre todos quienes la conocimos y quienes aprendimos de su sencillez la esencia de la Medicina General”

Dra. Diby con su hijo Pablo en el Hospital de P.L.


a denominación del tema “La médica Rural” conforma un conjunto de palabras que lleva en sí mismo factores contrarios, limitativos y hasta conflictivos.  La actividad médica realizada por una mujer, parecería interesante para ser desarrollada en el ámbito de grandes Centros, en especialidades  o superespecialidades y lo de RURAL lleva una connotación de “RURALIDAD” donde la mujer parecería no tener mucho espacio profesional.  Con lleva además una connotación cultural desvalorizada en nuestro medio social.
Nuestro MEDIO RURAL, tiene una diversidad geográfica inmensa, donde el concepto salud enfermedad difiere radicalmente, así  como las costumbres, que no son generalizables y menos aún las acciones a desarrollar.
Analizando sin embargo los factores principales de los problemas de salud, éstos no difieren fundamentalmente y son problemas del subdesarrollo: aislamiento, problemas del medio ambiente, desnutrición, alcoholismo y las endemias geográficas correspondientes, infecciosas o parasitarias, agravados por la apatía que surge como nuevo problema por falta de posibilidades de modificación.  Todos estos factores se dan si no de la marginalidad a las poblaciones rurales, brindándoles  las posibilidades de educación , salud, comunicación y desarrollo económico según las potencialidades  locales.  Este debería ser el plan importante y movilizador como alternativa válida y opuesta a la observada de urbanización acelerada que sufren nuestras capitales de provincias o poblaciones en migración  permanente en su propio país, con gran deterioro psicosocial.
El ROL DEL MEDICO RURAL es muy vasto, cubriendo todos los aspectos de salud, y la eficacia de su labor dependerá de la forma de organizar su equipo de salud para la atención de modo que facilite las tareas  dentro del servicio (Hospital rural, puesto sanitario), como de las  tareas orientadoras de la población fuera de los mismos y la inclusión de ésta en el equipo para la detección, administración y seguimiento de los problemas de salud como parte de un programa integral.

Elección Personal o Vocación:

Reflexionando sobre este aspecto, es fundamental que haya una elección voluntaria, no debiendo ser una etapa forzada institucionalmente donde el recurso médico rural ocasional pague con su tarea en un medio obligado temporario y no comprometido, que transitará hasta lograr sus objetivos posteriores en otros medios.  El resultado de la actividad casi forzada puede ser negativa para el medico, pero lo será fundamentalmente para la población, frustrando una posibilidad importante de desarrollo.
Mi decisión de SER MEDICA RURAL fue tomada en el periodo de los años 54-55 mientras cursaba mi carrera de medicina en Córdoba, en que hubo un lapso de interrupción de casi 2 años por cierre de la universidad ante situaciones de huelgas y conflictos ( la carrera tenía 7 años de duración)
Ante esta situación viajé al Chaco, donde mi hermano desarrollaba su actividad de médico rural en la localidad Colonias Unidas.  Allí pude comprobar la necesidad de atención médica en zonas rurales y conocer la brecha enorme que separa nuestras grandes ciudades y el desconocimiento y postergación de nuestra población rural.
Al regularizarse la situación universitaria ya había tomado la decisión de prepararme para esa experiencia, suponiendo que teníamos poblaciones con necesidades de atención.

Formación:

Existía en esa época en Córdoba la carrera médica sanitaria, donde se preparaba el recurso médico rural en pregrado.  Participaba la Universidad y, conjuntamente con el Ministerio de Salud Pública, fui seleccionada para la formación  de médica rural como practicante Menor en 1958 y como practicante Mayor en 1959; desarrollando nuestro adiestramiento en Hospitales Zonales del interior. Los docentes tenían exigencias específicas en la práctica de las materias fundamentales como Pediatría, Obstetricia,  Clínicas, así como en los servicios de apoyo como Laboratorio y Hemoterapia.  Los servicios eran normatizados, supervisados y evaluados periódicamente.  Realizábamos el diseño de muestras de investigación conjuntamente, como investigación del Chagas Congénito en sangre de cordón del recién nacido.
Mi experiencia y formación la realicé en el Hospital “Ernesto Romagosa” de la ciudad de Dean Funes, con actividades en el área rural programadas, fundamentalmente de Materno-infancia, en Tulumba y Quilino.  Cuando hacía mis pasantías en el Hospital Escuela, pude comprobar que un gran número de compañeros de estudios opinaban que era imposible realizar buena medicina en otro lugar que no fuera el Hospital Escuela, y que sus aspiraciones eran permanecer en ese medio para desarrollarse científicamente en forma adecuada.  Mientras discutíamos esos aspectos, observaba que los criterios diagnósticos diferían .  Por un lado,  los que así opinaban no desarrollaban un ESPIRITU CRITICO, mostraban una total dependencia del jefe de servicio y hacia los innumerables estudios, sin los cuales no existía criterio médico de valor.  Pero lo fundamental era que el paciente llegaba tarde para modificar su calidad de vida.
El concepto de que sólo se puede hacer buena medicina en un centro universitario está aún vigente.  El decidir alejarse de esos medios significaba perder toda posibilidad de crecimiento profesional, con resultado negativo en cuanto al destino definitivo.
ACEPTANDO ESE RETO, y dejando mis aspiraciones artísticas y deportivas, comencé mi EXPERIENCIA COMO MEDICA RURAL en Chancani, localidad del noroeste cordobés, donde trabajé desde 1960 hasta 1963.
Irene Valenzuela, Pablo, un colaborador y don Levio
En la localidad fui el PRIMER MEDICA, ya que a pesar de que el hospital databa de los años 50- sólo había estado en el comienzo y durante unos meses un médico yugoslavo que no se había adaptado.
Era un medio árido – parecía un mundo irreal que sobrepasaba toda fantasía que tuviera al respecto – una población aislada con pautas culturales e idioma propios, ya que conservaban palabras y expresiones del castellano antiguo.  No comprendían lo que significaba  un médico, sólo  conocían el curandero Ruarte, al que temían y respetaban, y al curandero-enfermero del hospital , mezcla caudillo y curandero, con gran ascendiente sobre la población.  La población estaba fundamentalmente compuesta por mujeres, que realizaban  todas las tareas del campo, hasta la labranza y el cuidado de  los niños.  Los hombres cuando habían terminado los bosques por talado, hacia varios años, migraban por trabajo y venían esporádicamente.
En ese medio LA MUJER OCUPABA UN ROL BASICO de sostenimiento de la familia, pero estaba culturalmente desvalorizada; así lo conocí cuando un paisano trajo su hijo grave, y angustiado preguntó: ¿tiene vuelta?, pero a la vez se contestaba “pero palabra de mujer” aludiendo a mi condición de tal, desorientado en su afán de encontrar alguna respuesta de valor.   Ignoró de que forma resolvieron este aspecto y hasta a los más respetados, que se medían por el número de muertes en su haber.
Una ACTITUD FIRME Y DEFINIDA, como si ese lugar fuera mi destino definitivo, me dieron energías para trabajar sin claudicar, y logré grandes satisfacciones que me dieron experiencia y la seguridad de que trabajando con la gente, planificando con ella, todo se puede lograr.
La tarea primera y principal, que llevó su tiempo, fue conformar con los empleados del hospital un equipo de salud; luego con ellos trabajar con la población para conformar el equipo de salud de la comunidad.  Podríamos sintetizar esos logros en los siguientes puntos:
1) Lograr comunicación adecuada con la población de esa localidad, especialmente con las mujeres, con la idea de motivarlas.
2) Comprensión  y aceptación de sus hábitos y creencias.
3) Conocimiento de la población.
Una vez cumplimentados esos aspectos, nos llevan a lograr los puntos siguientes:
4) Confianza
5) Interacción
6) La aceptación  del extraño por parte de la población (en este caso, el médico)
7) Participación
8) Organización de la población alrededor de alguna necesidad sentida que, generalmente, no tiene directamente que ver con los problemas más importantes.
9) Al conseguir ese objetivo, se logran los otros que se van programando con espíritu solidario, al saberse capaz de lograrlos.
Sra.?, María Venancio, Levio, Ana Zúñiga, Irene Valenzuela, Espinosa

Realizaciones:
Organización de COMISIONES DE TRABAJO para fines específicos: Pro plaza del pueblo; comisiones para alimentación de escolares; teatro de títeres, confección de los mismos; taller de costura y bordado; REALIZACION DE ENCUESTA entomológica para demostrar a las autoridades sanitarias – que negaban el problema – el grado de infestación de vinchucas y de infección de Chagas;  en una segunda etapa, la realización de una ENCUESTA con ECG y de LABORATORIO,  conjuntamente con la Dirección de Lucha Antichagásica, ante la incidencia del problema detectado; trabajo sobre nutrición presentado en un Congreso de Nutrición realizado en Mendoza por OPS; creación  de puestos sanitarios con visita programada en la vivienda de algún poblador que a la vez realizaba en la vivienda de algún poblador que a la vez realizaba la tarea de agente sanitario; trabajo de Educación Sanitaria presentado en Congreso de Educación Sanitaria en Alta Gracia.
En esos ámbitos pude comprobar que mi labor era valorizada por algunos ASPECTOS INEDITOS DEL TRABAJO.   Cuando trataba en esas ocasiones con otros colegas, alimentaba mi necesidad de comunicación  profesional y lograba no sentir soledad ante tamaño problema.
EN 1963 consideré que no podía proseguir la tarea en ese lugar por no contar con apoyo de las autoridades sanitarias provinciales; tenía que solventar todos los gastos del hospital, hasta el alimento de los internados, con mi magro sueldo.
DECIDI EMIGRAR A NEUQUEN, provincia que conocí a través del Dr. Antonio Gorgni, médico sociólogo, quien en un Congreso de Educación Sanitaria me informó que el trabajo que realizaba contaba en esa provincia con el apoyo de las autoridades sanitarias provinciales;   que estaban interesados en la problemática social, dando prioridad al recurso en salud.
A pesar de haber concretado mi matrimonio, emigré a Neuquén, quedando mi esposo, médico también, en Córdoba, muy relacionado con el servicio de traumatología y no decidido aún su destino en esta provincia.
En NEUQUEN (PICUN LEUFU) fui  la PRIMERA MEDICA RURAL EN 1963, reemplazando a un médico español.  Era evidente  que los médicos argentinos no tenían como meta el ámbito rural.  La población era Picún Leufú, compuesta por agricultores  dispersos en un área de unos 150 kms 2.   Mi relación se estableció  rápidamente, y mi trabajo fue  también comunitario una vez que se afianzaba el equipo de salud como tal.  No había vivienda para el médico, el agua había que buscarla al río y almacenarla en un tanque, y no había energía eléctrica.   Luego estuve en otras localidades  organizando la actividad materno infantil, pero regresé a ese pueblito, donde estuve durante 11 años; CONCRETAMOS CON LA POBLACION LA PLANIFICACION DEL ACTUAL PUEBLO DE PICUN LEUFU, que debió  trasladarse por la represa “EL CHOCON”.
Para ese entonces, mi esposo estaba en Neuquén, no teníamos aún la posibilidad de trabajar en el mismo lugar porque eran hospitales para médico único, por lo que trabajó en esa época en Plaza Huincul y nos encontrábamos cada 5 o 10 días, permaneciendo algunos días y participando del trabajo con la población.   Se hizo cargo del Hospital cuando me alejé para capacitación  durante un año, 1971, compartiendo los intereses de planificación.
En ese período NACIERON MIS 5 HIJOS que también COMPARTIERON CON LA POBLACION sus años de NIÑEZ  Y PRIMEROS AÑOS DE ADOLESCENCIA.
Valoro personas como el Dr. Luis Corach que estimuló nuestros  trabajo de médicos rurales.
 El Dr. Saúl Biocca, nutrió nuestra tarea y creó un ámbito “Educación para la salud” , con reuniones periódicas y cursos donde nos encontrábamos los médicos rurales de distintos lugares del país con sociólogos, antropólogos, educadores sanitarios, donde se discutía, capacitaba, y nos sentíamos reconfortados en nuestra tarea que era de permanente investigación, organizando acciones de promoción  de salud además de atender la patología.   También nos encontrábamos en los cursos de Pediatría Rural que organizaba el Dr. Rey.
Teto Zúñiga, María Venancio, Pablo y Levio

Dificultades:
COMPATIBILIZAR expectativas con necesidades de capacitación  y los prejuicios sobre las posibilidades de adaptación  de UNA FAMILIA NUMEROSA EN DESPLAZAMIENTO  PARA AQUEL FIN.
Necesité FUERZA Y VEHEMENCIA y hasta discutir el problema con las autoridades.  Había ganado el Concurso para realizar el Curso de Diplomado en Salud Pública, pero se consideraba imposible mi traslado y mi dedicación al curso.   Esa dificultad al parecer no la tenían los médicos  hombres.  Para ese fin me trasladé con mis 5 hijos a Buenos Aires, los mayores cursaron el año escolar allí y los menores regresaron en julio con su padre.   El curso fue exitoso (1971).
Muchas veces entraban en conflicto mi rol de médico y el de madre; espero haberlo resuelto adecuadamente.

Logros:
Haber mantenido el INTERES EN LAS PROBLEMÁTICA de las COMUNIDADES RURALES y la capacitación  de los médicos y equipo de salud que trabaja en nuestro interior.  Actualmente participo en la coordinación docente del 1° er Curso de Administración  de Servicios de Salud que organiza la Sociedad de Medicina Rural, a la que pertenezco, conjuntamente con la Escuela de Salud Pública de Buenos Aires y el Ministerio de Salud Pública de la Provincia del Neuquén.   HABER LOGRADO UNA BECA para realizar un Curso Internacional de Promoción para la Salud DE UN AÑO EN BELGICA de 1975, adonde me trasladé con mi familia  y pude conocer y ampliar mis conocimientos en el aspecto del desarrollo.

Homenaje.
Quiero expresar mi AGRADECIMIENTO A LA ASOCIACION MEDICA ARGENTINA por la oportunidad de poder participar en el Congreso de Médicas y que se le brinde por este intermedio FELICITACION A LA DRA SCHWARTZ, quien  desde hace más de 30 años desarrolla su tarea en área rural y Puerto Iguazú con total dedicación a la población, y por su intermedio A TODAS LAS MEDICAS RURALES QUE EN ANONIMATO TRABAJAN POR LAS COMUNIDADES RURALES.

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