Recuperando escritos: Los entrevistados transmiten lo que ellos
recuerdan, piensan, y sus vivencias personales.
Se hace hincapié en esto, pues se trata de relatos de los que se hacer
responsables quienes lo dicen.
Revista El Huerquén –N° 16
-Rescatando historias de Picún Leufú – El Adiós de Doña Clarita (textual)
El Huerquen emprendió viaje a
este lugar neuquino destacado por sus chacras y arboledas. Las voces nos llevaron a conocer en aquel
viaje a una de las pioneras y una de las
primeras enfermeras del lugar. María
Clara Sánchez, “Clarita”.
Hoy transcribimos esa entrevista en su homenaje con profundo pesar por su desaparición física y con mucho respeto a su familia.
Hoy transcribimos esa entrevista en su homenaje con profundo pesar por su desaparición física y con mucho respeto a su familia.
-¿ Dónde Nació Ud.? “
Nací acá en el pueblito … ¡no era
pueblo era solamente chacra, no! Yo nací en 1926, el 7 de diciembre (…) bueno
me crié acá con mi padre. Mi padre se llamaba Patricio Sánchez, mi madre
Onorinda Solís”-
-¿De que vivían?
“Bueno mamá era ama de casa, papá
el chacarero, que trabajaba en la chacra. Cultivaban de toda verdura con mucho sacrificio porque el canal lo
hacían a pulmón también para poder traer el agua a la chacra”.-
-¿Cómo estaba el pueblito en esa
época? – “Todos desparramados vivíamos, cada uno tenía su chacrita. Éramos todos vecinos pero distanciados- -¿A
quien recuerda? – “La más reconocida era la familia Seguel…Sepulveda,
Gutierrez, las familias que habían eran muy pocas. Mi abuelito que era Pedro Solís, mis (tío/as)
Astigarraga, la familia Vera, Elgueta, muchos de ellos emigraron de Chile y fueron los primeros pobladores-“
(en 1901 habrían llegado los Seguel y otros) y más nombres que no recuerda. Comenta que ya de muy joven
salió a trabajar de mucama, entre los años ´42 y ´62 estuvo fuera de la
localidad debido a esto. Luego comienza
a trabajar de enfermera –“En septiembre del ´62 me nombraron en el hospital en
el pueblito viejo donde vivíamos-“Recuerda que todavía existía la estancia de
Cabo Alarcón, allí había herrería, tenían máquinas de hacer harina y la gente
se acercaba a hacer pan.
-“De acá de las chacras se iba al
otro pueblito viejo que le decíamos, ahí estaba el almacén que era de don
Suárez. Tenía surtidor de nafta y… ramos
generales se decía porque allí se
compraban las cosas”-. Picún Leufú tuvo una reubicación geográfica ya que
debido a una inundación el gobierno les avisó que tenían que abandonar el
lugar. Fue así que se construyeron 50
viviendas y en una dura retirada
debieron dejar sus chacras y mudarse.
Así durante el aluvión del año
1975 ya estaban en el nuevo asentamiento. El agua arrasó con la antigua edificación
quedando en pie las pocas construcciones de material . –“Nosotros nos vinimos
para acá todos, por suerte, porque si no, no hubiéramos quedado ninguno.¡ Se
llevó todo la crecida que vino-“
Clarita quedó registrada como la
enfermera que atendió al primer
paciente, ya luego del traslado al nuevo
Hospital (Nanci Ferrari de Diby) .
Gregorio Chavéz se llamaba la persona que ingresó al nosocomio junto a
ella dejando atrás las pocas comodidades, la falta de luz (la atención de
pacientes por la noche se realizaba a la luz del clásico farol) , debiendo
derivar gran cantidad de pacientes a la capital neuquina.
Por aquella época contaban con un
jeep amarillo (que había traído el Sr. Espinoza, como chofer), recuerda; así
emprendían viaje con el médico a ver
algún enfermo que estaba necesitando. –¿
tiene alguna anécdota? -“Nosotros
viajábamos a Naupahuén. Cruzábamos en
un bote, a veces me tocaba a mí, a veces a lo otra chica (pensamos se refiere a
Irene Valenzuela) . La que salía de la guardia iba a Naupahuén; y sabíamos ir
mañanas heladas resbalándonos por las piedras y yo tenía miedo al bote porque
parece que se me llenaba de agua-“, comenta entre risas, allí generalmente
solían ir a vacunar a los chicos. La
situación se les complicaba muchas veces a raíz de la falta de personal.
-“Había un solo médico (Dr Diby).
El médico viajaba a Neuquén y quedábamos nosotros a cargo del hospital y me
tocaba así unos pocos sustos-“ . Muchas veces se vió en la emergencia de realizar una sutura
importante, también atender muchos partos, ¡Esto si le gustaba!
-¿Recuerda cómo eran las
fiestas? - “Las fiestas más apreciadas
eran el 25 de mayo, el 9 de julio; las fiestitas en la escuela que era distinta
a lo que es ahora. Era hermoso, todos
concurrían a la fiesta. Yo me acuerdo que yo era chica y era una
alegría esperando, como ser, el 25 de mayo.
A las 6 de la mañana ya empezaban las bombas, ¡tiraban bombas, toda la
gente contenta, hacían fiesta, carrera de caballos, se vendía empanada!”-, y su
mamá era participante activa de esto, ahora sin embargo , “-es como un día
cualquiera. No se si hasta los chicos,
no los reúnen ni siquiera en la plaza para que canten el himno. Todo ha cambiando mucho…-“
Clarita también participó en el comienzo institucional de la comuna
junto a otros vecinos. –“Yo recuerdo cuando estábamos en el pueblito viejo
allá, ¡no era municipio! Era Comisión de Fomento… ¡que yo también fui de la
Comisión! Con algunos del hospital y algunos vecinos formamos la Comisión de Fomento. En ese entonces estaba don Ramón Arias”-, en
ese contexto se reunían para realizar diversas actividades y así ayudar a la comuna.
Los momentos más tristes se
vivieron durante el aluvión del ´75 que produjo una gran inundación. Allí algunos se refugiaron en el hospital y
en la escuela. Fue grande el susto dice,
pero afortunadamente no hubo allí víctimas fatales, aunque si mucha angustia.
Doña Clarita comenta que se
jubiló en el año ´82 y hoy vive junto a su nieto. Se levanta muy temprano por las mañanas y más
aún los días de humitas, comida típica que siempre realiza, gracias a la linda
chacra que tiene su sobrino, el que le trae los choclos.
Nota: La transcripción de esta entrevista se realizó semanas
antes de conocer la noticia de su fallecimiento. Dedicado en memoria de María
Clara Sánchez con mucho respeto a su familia y al pueblo de Picún Leufú.