sábado, 23 de febrero de 2013

Primera Fiesta de la Confluencia en Neuquén




Neuquén vive en estos días la Fiesta de la Confluencia. Artistas famosos y no tantos pasan por sus escenarios. Comerciantes venden sus productos. Y el pueblo de la capital neuquina tiene por fin una celebración acorde a su crecimiento y a su progreso.

Desde su fundación como capital, en 1904, a este 2013 iniciático, han pasado tal vez más años de los que hacía falta para convencerse de que la ciudad más importante de la Patagonia tenía que tener algún atractivo “festivalero” específico. Sin embargo, la idea deambuló mucho tiempo sin que los representantes políticos de la ciudadanía le dieran forma y la concretaran.

Es de esperar ahora que tanto tiempo de maduración intelectual para algo relativamente simple, no haya sido en vano. La Fiesta de la Confluencia ya es una realidad, en un escenario relativamente nuevo, como es el Paseo de la Costa, aun en desarrollo, como corresponde a la tradición neuquina, que es de permanente crecimiento, y de cambios constantes.

La Fiesta, que ha empezado este viernes 22 a las 14, es importante para dos rubros determinantes del futuro capitalino. El primero es la cultura: una cultura genuina, que exprese cabalmente esta mezcla de fanático progresismo material con la herencia de fantásticas hazañas pioneras. El segundo es el turismo: Neuquén es la ciudad ideal para combinar esta industria con la industria cultural, y conseguir así amalgamar un hecho productivo rico y dinamizador, como ya ha ocurrido en Buenos Aires, en Mendoza, en Salta, en Rosario, ciudades donde cultura y turismo se dan la mano no para generar gastos sino para producir riqueza.

Habrá, al cabo de la primera fiesta, un balance, que seguramente originará beneplácito en algunos y críticas en otros. Es de esperar también que se aproveche la experiencia; que se construya sobre ella; que se mejore y amplíe; que sirva, en fin, para lo positivo de una sociedad que necesita urgentemente reencontrar el gesto cordial, la mano amiga, el aporte solidario, el altruismo generoso. (Diariamenteneuquen)

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