viernes, 30 de agosto de 2013

patrimonio arqueológico de la provincia del Neuquén

El patrimonio arqueológico de la provincia del Neuquén

Agradecemos de La Revista de Picún el material a Estela Mónica Cúneo. Licenciada en Ciencias Antropológicas por la Universidad Nacional de Buenos Aires. Arqueóloga. Directora de Fiscalización del Patrimonio Cultural. Dirección Provincial de Cultura del Neuquén
El patrimonio arqueológico es aquella parte de la herencia cultural (legado o patrimonio cultural) de una comunidad cuyo conocimiento se alcanza aplicando la teoría y metodología de la investigación arqueológica. 

La arqueología es una especialidad de la Antropología y puede definirse como la disciplina científica que estudia el comportamiento de las sociedades humanas del pasado a través de los restos materiales. Uno de los objetivos principales de la arqueología es explicar cómo y por qué fueron cambiando las culturas a través del tiempo.

La Antropología es el estudio de las sociedades humanas en el pasado y en el presente y de sus modos de vida. Cultura y humanidad son dos términos inseparables; es la cultura la que nos diferencia de las demás especies animales. Por supuesto que hay una dimensión biológica en los seres humanos, somos parte del orden de los primates; compartimos con el reino animal un ciclo vital que, inexorablemente, comienza con el nacimiento y culmina con la muerte y debemos satisfacer necesidades básicas tales como alimentación, cobijo, apareamiento, etc, pero en las sociedades humanas, estos aspectos, que forman parte de la “naturaleza”, son modelados permanentemente por la cultura.

Toda experiencia humana es cultural. La cultura se aprende (no está en los genes), se transmite socialmente de generación en generación; constituye el estilo de vida de cada sociedad en sus aspectos materiales e inmateriales, es dinámica y cambia a lo largo del tiempo. El lenguaje (capacidad exclusivamente humana) es uno de los principales vehículos de transmisión cultural.



Las investigaciones arqueológicas en Neuquén

Neuquén posee un extraordinario patrimonio arqueológico. Las primeras evidencias de la presencia humana se remontan a unos 10.000 años antes del presente. Durante miles de años las sociedades originarias mantuvieron un estilo de vida cazador-recolector, se desplazaban en grupos poco numerosos y practicaban un nomadismo estacional en función de la disponibilidad de los recursos animales, vegetales y minerales imprescindibles para su subsistencia. Necesitaban confeccionar una gran diversidad de instrumentos para desarrollar sus actividades cotidianas tales como cazar, recolectar semillas y frutos, procesar y consumir alimentos, confeccionar viviendas, abrigos y recipientes, etc. Al igual que los hombres de todas las épocas tenían preocupaciones espirituales y religiosas, que, en parte pueden reconstruirse a través del estudio arqueológico de los rituales fúnebres, las manifestaciones del arte rupestre (pinturas y grabados) y la decoración de algunos elementos de piedra, cerámica, hueso y caña.



Una confusión frecuente

Con frecuencia se confunde la arqueología con la paleontología. La paleontología es el estudio de los fósiles (organismos –flora y fauna- o vestigios de ellos que vivieron en el pasado). En general, se vincula a esta ciencia con el estudio de los dinosaurios, que en realidad es una especialidad dentro de una de las ramas de esta ciencia: la Paleontología de vertebrados; pero hay otras especialidades como la Paleozoología de invertebrados, la Paleobotánica (el estudio de las plantas fósiles), la Bioestratigrafía (estudio de asociaciones de fósiles para conocer la edad de los diferentes estratos geológicos), etc. Como vemos el campo de estudio de los paleontólogos es la biología y la geología. Estudian hechos biológicos determinados por la genética de los organismos.

Los arqueólogos, en cambio estudian el resultado de acciones humanas, de decisiones tomadas socialmente que son producto de la cultura y no de la biología.

Esta confusión procede del hecho de que ambas disciplinas realizan trabajos de campo y de gabinete y que estudian “el pasado”, pero el pasado de la humanidad es mucho más reciente que el de las plantas y animales que vivieron en eras geológicas que son objeto de estudio de la paleontología.



La preservación del patrimonio arqueológico

Para poder conocer el pasado es necesario preservar los sitios arqueológicos. Al arqueólogo le interesan más las relaciones entre los objetos que los objetos mismos, la arqueología es una ciencia contextual: para llegar a conclusiones sólidas es necesario estudiar las asociaciones entre los diferentes materiales que aparecen en un sitio durante el proceso de excavación sistemática (elementos de piedra, hueso, cerámica, fogones, etc). de allí que el objeto aislado, extraido de su contexto –como aparece en muchas colecciones- no tenga ningún valor. Lamentablemente muchas personas por desconocimiento o desvalorización de los testimonios de las sociedades originarias, juntan materiales arqueológicos o hacen pozos “para coleccionar cosas”, esto produce daños irremediables, ya que la destrucción de la estratigrafía de los sitios y de las relaciones contextuales entre los objetos, determina que nunca más se pueda obtener información cultural de ellos ni efectuar inferencias sobre el comportamiento en el pasado.

La preservación de los sitios en el campo –que es lo mismo que decir de preservación de contextos- es responsabilidad indelegable del Estado provincial. En Neuquén rige la ley 2184 “Del patrimonio histórico, arqueológico y paleontológico”, y su decreto reglamentario. La Autoridad de Aplicación de esta legislación es el área de Cultura provincial.

Uno de los artículos más importantes de esta norma es el relativo a la atención de denuncias de sitios arqueológicos, paleontológicos e históricos en riesgo de destrucción Se trata de hallazgos casuales que se producen cuando se efectúan remociones de terreno en diferentes circunstancias, desde pequeños trabajos de desmonte y cultivo en chacras hasta obras de infraestructura vinculadas a grandes avances de la obra pública y a exploraciones y explotaciones petroleras y gasíferas. En estos casos la comunidad tiene un papel preponderante: debe avisar de la existencia de estos sitios a las autoridades más cercanas (Municipalidad, Comisión de Fomento, Policía, Gendarmería, Prefectura, etc) o directamente en la Dirección General de Patrimonio Cultural de la provincia del Neuquén sita en Vuelta de Obligado y Avenida Argentina-Ex Estación del FF.CC-(8300) Neuquén o a losTeléfonos: 0299-447 6526-447 6527.



.Y recuerde: el patrimonio arqueológico es parte del patrimonio cultural no renovable, cuando se pierde es para siempre.

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