Habiendo ya recorrido en notas anteriores las bodegas de Rio Negro y Chubut, no podíamos tener completo nuestro viaje por la viticultura patagónica sin visitar la ruta del vino de la provincia de Neuquén. Los atributos que la caracterizan, a causa de sus plantaciones y de los hallazgos arqueológicos que allí se produjeron, han hecho que sea conocida como “La ruta del vino, las manzanas y los dinosaurios”. Partimos desde Bariloche, y hacia allá vamos.
Tomamos la ruta 40 y luego la 237. Aproximadamente a las cuatro horas de viaje, nos encontramos con Villa El Chocón, donde no hay plantaciones de vid, pero existe el Museo de los Dinosaurios, con los restos fósiles hallados en la región y que realmente sorprenden por su magnitud. También se puede hacer una excursión visitando las huellas encontradas por los arqueólogos. Además allí se ubica la famosa represa, homónima de la ciudad. Continuando por la misma ruta, llegamos a Neuquén.
Una vez allí, tomamos la ruta 7, que va hacia Centenario, y seguimos hasta llegar a la zona de San Patricio del Chañar, lo cual nos debería tomar una media hora más de viaje. Y aquí es donde comienza el avistaje de viñedos y bodegas. Filas y filas de vides frondosas, y un intenso movimiento de maquinaria especializada a la vera del camino, nos indican que llegamos a destino. Ésta localidad principalmente, junto a Añelo y Chos Malal, centralizan la producción vitivinícola de la provincia.
Ubicada en la calle 3 de San Patricio del Chañar se encuentra Bodega Secreto Patagónico, fundada en 2000, y cuya primer cosecha fue en 2006. Posee plantaciones de Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot, Pinot Noir, Chardonnay y Sauvignon Blanc. Produce dos líneas de vinos: Mantra Patagonia y Secreto Patagónico. Realizan toda la cosecha en forma manual, sin utilizar máquinas cosechadoras, para preservar la integridad del fruto.
En la Picada Uno norte hallamos la moderna Bodega Patritti, que posee 110 hectáreas de viñedos. Elabora los vinos Primogénito y Lassia, de profundos aromas y gran intensidad. Más adelante aparece Bodega Valle Perdido, propiedad del grupo Muñoz de Toro Wines. Sus vinos son Patagonia, Reserva Patagonia, Cubas Patagonia y Gran Reserva Patagonia. Ésta bodega posee tecnología de última generación.
Sobre la calle 7 norte, encontramos una de las “grandes”: la Bodega Familia Schroeder, con sus premiados vinos Familia Schroeder y Saurus. Éste último debe su nombre al hallazgo de un esqueleto de dinosaurio durante las excavaciones para la construcción de la bodega. Estos fósiles permanecen exhibidos en una de las salas, custodiados por un grueso vidrio. La empresa también elabora los vinos Alpataco y la serie de espumantes Rosa de los Vientos, Deseado y Saurus Extra Brut.
Un poco más adelante, en el Km 9 de la ruta provincial 8 está emplazada la Bodega del Fin del Mundo, pionera de la zona y líder en ventas. Cuenta con un parque de 2200 barricas de roble, 200 tanques de acero inoxidable, 10 toneles de roble y 100 piletas de hormigón. Produce diversas líneas de vinos, como Postales del Fin del Mundo, Ventus, Newen, FIN y Special Blend, entre otros. Cuenta con 870 hectáreas de viñedos propios equipados con riego por goteo.
Luego se encuentra Bodega Familia Grittini, que bajo la línea Relieve elabora vinos de una calidad inobjetable, muy aromáticos y que poseen una amplia gama de sabores. Su valor al público no es muy elevado, lo que resalta la relación precio-calidad. También produce la línea Grittini. Las variedades plantadas son Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Chardonnay y Sauvignon Blanc. Como su nombre lo indica, esta bodega es una empresa familiar.
Nuestra última parada en San Patricio del Chañar es Bodega NQN, un clásico ya de la zona. Se ubica en la Picada 15, lo cual da el nombre a una de sus líneas de vinos. También poseen el Malma, Malma Universo, Colección NQN, Nemesio y Lonko. El enólogo de la bodega es el reconocido Sergio Pomar, y una gran parte de la producción se exporta a varios países de Europa y América. Tiene una capacidad de guarda para aproximadamente 450.000 botellas.
Continuando por la ruta 7, llegamos a la zona de Añelo. Allí, a la altura del Km 96, está Bodega Dos Andes, propiedad del grupo chileno Dos Andes Wines. Aquí se procesan los vinos Finca Roja, Calafate Reserva, Kooch y Ruta 22. Y una vez que visitamos esta bodega, nos dirigimos hacia los viñedos que pocos conocen, fieles a nuestro estilo. Desde Añelo tomamos la ruta 17, luego la 22, y empalmamos con la ruta 40, para llegar a la ciudad de Chos Malal.
Aquí encontramos la Bodega Des de La Torre (así se escribe), que realizó su primer cosecha oficial en 2008. Pero antiguamente los pobladores producían vinos y grapas con las uvas de esa finca para el consumo local. Aquí las lluvias no superan los 150 mm anuales, y la altitud sobre el nivel del mar alcanza los 818 metros. Las variedades plantadas en sus sólo tres hectáreas son Malbec, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir y Cabernet Franc.
Y llegamos así al final de nuestro viaje por tierras neuquinas. Recorrimos viñedos que se benefician todo el año con vientos y brisas que les aportan mucha sanidad, poseen una maduración lenta y controlada, amplia diferencia térmica entre el día y la noche, gran diversidad de variedades plantadas, y enólogos de importancia a cargo de las elaboraciones; que son lo necesario para complementar un lugar perfecto para la producción de vinos de alta calidad.
Por Diego Di Giacomo
Una vez allí, tomamos la ruta 7, que va hacia Centenario, y seguimos hasta llegar a la zona de San Patricio del Chañar, lo cual nos debería tomar una media hora más de viaje. Y aquí es donde comienza el avistaje de viñedos y bodegas. Filas y filas de vides frondosas, y un intenso movimiento de maquinaria especializada a la vera del camino, nos indican que llegamos a destino. Ésta localidad principalmente, junto a Añelo y Chos Malal, centralizan la producción vitivinícola de la provincia.
Ubicada en la calle 3 de San Patricio del Chañar se encuentra Bodega Secreto Patagónico, fundada en 2000, y cuya primer cosecha fue en 2006. Posee plantaciones de Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot, Pinot Noir, Chardonnay y Sauvignon Blanc. Produce dos líneas de vinos: Mantra Patagonia y Secreto Patagónico. Realizan toda la cosecha en forma manual, sin utilizar máquinas cosechadoras, para preservar la integridad del fruto.
En la Picada Uno norte hallamos la moderna Bodega Patritti, que posee 110 hectáreas de viñedos. Elabora los vinos Primogénito y Lassia, de profundos aromas y gran intensidad. Más adelante aparece Bodega Valle Perdido, propiedad del grupo Muñoz de Toro Wines. Sus vinos son Patagonia, Reserva Patagonia, Cubas Patagonia y Gran Reserva Patagonia. Ésta bodega posee tecnología de última generación.
Sobre la calle 7 norte, encontramos una de las “grandes”: la Bodega Familia Schroeder, con sus premiados vinos Familia Schroeder y Saurus. Éste último debe su nombre al hallazgo de un esqueleto de dinosaurio durante las excavaciones para la construcción de la bodega. Estos fósiles permanecen exhibidos en una de las salas, custodiados por un grueso vidrio. La empresa también elabora los vinos Alpataco y la serie de espumantes Rosa de los Vientos, Deseado y Saurus Extra Brut.
Un poco más adelante, en el Km 9 de la ruta provincial 8 está emplazada la Bodega del Fin del Mundo, pionera de la zona y líder en ventas. Cuenta con un parque de 2200 barricas de roble, 200 tanques de acero inoxidable, 10 toneles de roble y 100 piletas de hormigón. Produce diversas líneas de vinos, como Postales del Fin del Mundo, Ventus, Newen, FIN y Special Blend, entre otros. Cuenta con 870 hectáreas de viñedos propios equipados con riego por goteo.
Luego se encuentra Bodega Familia Grittini, que bajo la línea Relieve elabora vinos de una calidad inobjetable, muy aromáticos y que poseen una amplia gama de sabores. Su valor al público no es muy elevado, lo que resalta la relación precio-calidad. También produce la línea Grittini. Las variedades plantadas son Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Chardonnay y Sauvignon Blanc. Como su nombre lo indica, esta bodega es una empresa familiar.
Nuestra última parada en San Patricio del Chañar es Bodega NQN, un clásico ya de la zona. Se ubica en la Picada 15, lo cual da el nombre a una de sus líneas de vinos. También poseen el Malma, Malma Universo, Colección NQN, Nemesio y Lonko. El enólogo de la bodega es el reconocido Sergio Pomar, y una gran parte de la producción se exporta a varios países de Europa y América. Tiene una capacidad de guarda para aproximadamente 450.000 botellas.
Continuando por la ruta 7, llegamos a la zona de Añelo. Allí, a la altura del Km 96, está Bodega Dos Andes, propiedad del grupo chileno Dos Andes Wines. Aquí se procesan los vinos Finca Roja, Calafate Reserva, Kooch y Ruta 22. Y una vez que visitamos esta bodega, nos dirigimos hacia los viñedos que pocos conocen, fieles a nuestro estilo. Desde Añelo tomamos la ruta 17, luego la 22, y empalmamos con la ruta 40, para llegar a la ciudad de Chos Malal.
Aquí encontramos la Bodega Des de La Torre (así se escribe), que realizó su primer cosecha oficial en 2008. Pero antiguamente los pobladores producían vinos y grapas con las uvas de esa finca para el consumo local. Aquí las lluvias no superan los 150 mm anuales, y la altitud sobre el nivel del mar alcanza los 818 metros. Las variedades plantadas en sus sólo tres hectáreas son Malbec, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir y Cabernet Franc.
Y llegamos así al final de nuestro viaje por tierras neuquinas. Recorrimos viñedos que se benefician todo el año con vientos y brisas que les aportan mucha sanidad, poseen una maduración lenta y controlada, amplia diferencia térmica entre el día y la noche, gran diversidad de variedades plantadas, y enólogos de importancia a cargo de las elaboraciones; que son lo necesario para complementar un lugar perfecto para la producción de vinos de alta calidad.
Por Diego Di Giacomo
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