Fundó la única fuerza distrital que se mantiene en el gobierno.
Lo marcó el asesinato de dos de sus hijos durante la dictadura.
Fue cinco veces gobernador de la provincia, entre 1963 y 1999.
La muerte de Felipe Sapag marca el fin de una era en la provincia. Su vida signó la política neuquina de los últimos 40 años, que la ejerció no sólo durante sus cinco mandatos al frente de la Gobernación sino también desde el chalet de la calle Belgrano. Con él se va la estirpe fundadora, no ya solamente del último de los partidos distritales del país, sino de lo que hoy todo el mundo conoce como Neuquén.
En 1999, Felipe Sapag tenía 82 años cuando dejó el poder sin estridencias luego de que los neuquinos inventaran las puebladas. Volvió a su hogar sin pretensión de ejercer padrinazgos y sin querer imponerse como el líder de consulta o el "padre eterno" al que jugaba ser Juan Perón en su "Conducción política".
Se supo después: su regreso a la lucha política en 1983 fue en homenaje a dos de sus hijos, Enrique y Ricardo, muertos en 1977 por la dictadura militar.
Y otra vez, desafiado en esta ocasión por Jorge Sobisch y el neoliberalismo que aparecieron como una cuña en el centro del Movimiento Popular Neuquino, volvió en 1995 a gobernar Neuquén. Para el veterano político, la etapa sobischista fue sólo un "accidente", aunque duró tres mandatos constitucionales.
Asimilado por los estudiosos en ciencias políticas al populismo –ese sustantivo peyorativo al momento de definir los movimientos populares en la Argentina– y al desarrollismo por su contenido planificador del crecimiento, Felipe Sapag construyó su liderazgo como un peronista, desde el Estado y sobre la base de organizaciones populares de carácter obrero. En efecto, una huelga –la petrolera de febrero de 1958– le sirvió para consolidarse como dirigente político. Ya había sido elegido intendente de Cutral Co, donde era comerciante, en las elecciones que le dieron la segunda presidencia a Perón.
Y así recordaba Héctor Castillo, periodista e investigador en historia política de la provincia: "Felipe Sapag era comerciante en Cutral Co (era comerciante y uno de los propietarios de Sapag Hermanos, un almacén de ramos generales). Eran muy conocidos. Felipe y Elías Sapag vivían allí".
Castillo explicó que ésa fue "la época peronista de Felipe. Elías fue el primer presidente del Partido Peronista, desde 1946. En 1952 fueron las primeras elecciones en Neuquén (sólo para elegir autoridades municipales)". Felipe Sapag fue candidato a intendente, en ese entonces la autoridad era presidente del concejo municipal, mientas que Amado Sapag era elegido en Zapala.
En esa penúltima campaña, la de 1983, Felipe tuvo el apoyo incondicional de su mujer, Estela Romeo. Para ella también era un homenaje a sus hijos muertos y por eso lo acompañó y lo impulsó en su vuelta a la gobernación.
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