más cerca de las cosas bellas

Perdurable

La sinfónica PRESENTARÁ MAÑANA SU SEGUNDO CONCIERTO EN EL ESPAÑOL, con la dirección del maestro guersman.



Neuquén > Asistir a un concierto, según el maestro Gustavo Guersman, es "un valor agregado que se le puede dar a nuestra vida, para que esté más cerca de las cosas bellas". Por eso mañana, a las 21, en el Cine Teatro Español se llevará a cabo el segundo concierto del ciclo 2013 en el que actuará como director invitado de la Sinfónica neuquina.
Entre miles de actividades, Guersman es violinista, docente y director de orquesta. Estudió en la Escuela de Artes Musicales de la Universidad Nacional de Tucumán y en Buenos Aires. Fue becario de la Camerata Bariloche, en Italia y en Japón. Es integrante, fundador e impulsor de la actividad camarística en el país y ésta es su tercera visita a la ciudad. Como relató el maestro: “Andrés Tolcachir (director), me invitó, en esta y en las oportunidades anteriores, para esta función de gala del día 24”, dijo Guersman.
Según adelantó el director invitado “se va a hacer un programa, dedicado en parte a música de Mozart y de Franz Von Suppé compositor y director de orquesta austriaco, con una obertura que se llama "El poeta y el aldeano" que es fantástica. La sinfonía de Mozart Nº 35 "Haffner";. En la segunda parte hacemos música Argentina y Latinoamericana, con Ástor Piazzolla ("Libertango"), una chacarera de Atahualpa Yupanqui ("La olvidada"), dos minué que fueron compuestos a fines del siglo XIX por compositores argentinos (como Juan Bautista Alberdi, Juan Pedro Esnaola y Amancio Alcorta), y terminamos con Danzón Nº 2, una fabulosa obra de Arturo Márquez, contemporáneo. Va a ser muy variado”.

Marcar impronta
Guersman suele realizar a menudo esta actividad: ir a dirigir diferentes orquestas, en distintas ciudades del país, no sólo para conocer, sino por el valor del intercambio. “Es una manera de conocer otros lugares, colegas y maneras de trabajar. De poder ir dejando una impronta que se genera en esta actividad: la dirección orquestal. Una actividad… digamos diferente, compleja en relación a otras, e inclusive, en relación a la de un músico instrumentista. Es una experiencia muy rica porque es un intercambio que no solo tiene que ver con lo musical, si no con lo que significa liderar un grupo de más de 50 personas, como en general son las orquestas de nuestro país y del mundo”, comentó.
El maestro hace tres años que conoce a la Sinfónica de Neuquén y valora el trabajo que hacen desde aquí: “Considero que es una actividad absolutamente completa la de la Sinfónica de Neuquén, por empezar es la única de la Patagonia. Está haciendo una tarea muy buena, porque tiene continuidad, objetivos claros. Ahora, sin ir más lejos, sé que colaboraron fuertemente en el tema de la reinauguración del Cine Teatro Español. Además es una orquesta conducida por gente joven, lo que le da una calidad particular”, sostuvo Guersman.

Cerca de las cosas bellas
El maestro sostiene que para la música clásica, los tiempos cambiaron. Que en realidad “siempre deberíamos aclarar que se llama música clásica, porque de tan buena perdura en el tiempo. Porque si no se toma como algo que pertenece a una elite, algo que es inasible”.
Para Gustavo Guersman es a través del diseño de políticas culturales que la gente descubre esta música, y no hay un límite ni de edad, ni de condición sociocultural para disfrutarla. Como sostuvo: “Por eso el público asiste, los conciertos están a pleno y cada vez hay más gente joven en esto. De alguna manera somos los artistas, y las políticas culturales las que tienen que inclinarse a que la gente pueda conocerla. Se descubre que la gente es una esponja, que está ávida de esta música. Cuando lo conocen es algo que se eligen y disfrutan. Sentirla es un valor agregado que se le puede dar a la vida, para que esté más cerca de las cosas bellas”, concluyó.

Fuente: La Mañana de Neuquén