martes, 2 de octubre de 2012

La vida sobre dos ruedas


La venta de bicicletas se triplicó en la última década y cada vez más personas usan la bicicleta como transporte diario. Los efectos económicos y ambientales de una tendencia saludable. La bici tiene una filosofía de vida detrás". La frase le pertenece a Carlos Pelli, de la operadora especializada BFP Activo, y apunta a explicar una tendencia que se afirma no solo en la Argentina, sino también en el mundo desarrollado, de donde viene. Salud, bienestar y cuidado del medio ambiente son, para el experto, los ejes en los que se sostiene la bicimanía. "La bicicleta siempre ha sido un medio de transporte a escala global. Buenos Aires y otras capitales del mundo y del país están optimizando su red de bicisendas para descomprimir el uso del transporte automotor. Podemos observarlo con las islas de bicicletas públicas instaladas en distintos puntos de la capital porteña", amplía Pelli.

Son simples, tienen solo dos ruedas, son fáciles de usar y permiten el traslado de manera rápida. Las bicicletas adquirieron un protagonismo impensado años atrás. Las razones de esta irrupción tienen que ver con los problemas ocasionados por el caos del tráfico, que incide, como si fuera poco, en el medio ambiente. Según la Cámara Argentina de Comercio Mayorista y Minorista de Bicicletas, Partes, Rodados y Afines (Commbi), en el año 2011 se vendieron 1.860.000 bicis, o sea, más unidades que autos usados.

Por eso, desde los gobiernos nacionales, provinciales y municipales es cada vez más frecuente la adopción de políticas de desarrollo sustentable para informar y concientizar a la comunidad respecto de los beneficios del uso de la bicicleta, sea como deporte o como medio de transporte. "La tendencia es creciente. Puesto que también soy usuario de la bicicleta como medio de transporte, percibo de cerca el aumento de ciclistas en las calles. Creo que las ciclovías han dado un impulso a ese crecimiento, sumado a las ventajas conocidas respecto de otros medios de transporte", apunta Morassutti, de Infobiker. "Claro que es una tendencia en alza. Antes no se veía a una mujer que iba a trabajar en bici. Yo iba en bicicleta al colegio (hablo de los años noventa) y era la única; hasta las monjas me habían prohibido que dejara la bici en el cole porque era un mal ejemplo...", agrega Daniela Donadío, quien tiene la escuela de dos ruedas más grande de la Argentina y uno de los mejores grupos de entrenamiento, además de convertirse en referente deportiva luego de haber sido campeona argentina tanto de ruta como de mountain bike. Las cifras arrojan que un 35% de las bicis son manejadas por mujeres.

Los expertos señalan que, para que la integración de la bici en una gran ciudad sea exitosa, la clave pasa por realizar inversiones de infraestructura de carriles. "No creo que sea solo una moda. Tomar conciencia es fundamental y, para eso, hay que educar. Como contra, observo lo poco preparado que está el mercado argentino para compartir sus vías con los ciclistas", agrega Pelli.

Precisamente, para reducir las tasas de contaminación producida por el alto uso frecuente de autos y colectivos, los municipios de muchas de las grandes ciudades del mundo refuerzan el transporte público como solución en masa, y el transporte de fuerza mecánica, por ejemplo las bicicletas, los rollers, los patines y las patinetas, como solución individual. "La bicicleta se instala poco a poco como un medio de transporte saludable, económico y que mejora el uso del tiempo. En vez de estar adentro de un auto una hora y media para ir al trabajo, con la bici tardamos una hora o, tal vez, menos. Además, podés sentir el aire en la cara y disfrutás de estar haciendo un poco de deporte. Así, uno comienza el día renovado y le puede ganar al mal humor de estar atascado en el tránsito", agrega Donadío.

Pedaleo por el mundo

La Argentina no es la excepción. Esta tendencia creciente se impone desde las capitales de los países más desarrollados. Hasta no hace mucho tiempo, había una decena de localidades españolas con sistemas de préstamo público de bicis (hoy expandido a más de cien municipios). La estadísticas reflejan la tendencia: casi 35 millones de españoles –9 de cada 10– saben andar en bici, 21 millones aseguran que disponen de una para uso personal, 15,5 millones confiesan que son usuarios con alguna frecuencia y 2,5 millones son habituales, casi a diario, de este medio de transporte. En cuanto a su perfil, los que más la utilizan son, según las encuestas, las personas con más alto nivel de estudios, aparte de los extranjeros que residen en la Madre Patria.

Sin embargo, si se observa lo que ocurre a lo largo y ancho de su geografía, las realidades son muy diversas. En Barcelona, solo el 2% de los desplazamientos que se hacen a diario se realizan en bicicleta. En San Sebastián el porcentaje asciende a casi el 3%, al igual que en Zaragoza o Vitoria. En otras grandes capitales –como Madrid– están más rezagadas, ya que apenas tienen una cuota del 0,3%. No obstante, Sevilla, en este contexto, figura a la cabeza de todas ellas, con más del 6% de los desplazamientos, gracias a que dispone de una red principal de carriles específicos –de una extensión de 80 kilómetros– y a que cuenta con una ordenanza municipal que potencia la utilización de las dos ruedas.

La inversión no fue menor: 18 millones de euros. Pero aun con el avance registrado en los últimos tiempos, España todavía está lejos de países como Holanda (en el centro de Ámsterdam casi el 50% de los desplazamientos se realizan en dos ruedas), Dinamarca o Francia, donde el uso de la bici está más asumido.

El país en bici

¿Y por casa como andamos? A principios de 2012, desde diferentes provincias se impulsaron actividades que apuntaron a potenciar la bicimanía. Por ejemplo, en la Reserva Laguna de los Padres (Mar del Plata), se desplegó una suerte de carrera de mountain bike, con el objetivo de promover el cuidado del medio ambiente e impulsar el ecoturismo en las reservas y espacios protegidos de la provincia de Buenos Aires.

La competencia se disputó en un circuito que atravesó caminos rurales de barrancas bajas con mínimos declives, que bordeaban la Laguna y la Sierra de los Padres. Por otra parte, la municipalidad de Córdoba anunció la realización de 2,5 kilómetros de carriles exclusivos para bicicletas a fin de unir el centro con la Ciudad Universitaria. El proyecto ya está licitado por el Banco Mundial y demandará un desembolso de tres millones de pesos en fondos no reintegrables por la comuna capitalina.

Precisamente, las llamadas "bicisendas" también han inspirado otras actividades que promueven un estilo de vida más saludable, como lo es Masa Crítica, en la cual, dos veces por mes, miles de personas salen a recorrer las calles porteñas en bicicleta, con citas al atardecer y en días de luna llena. La gente que participa de esta movida la atribuye a una "coincidencia no organizada". "Creo que Barcelona y Ámsterdam son dos modelos para el city bike e Italia toda es para observar y tenerla en cuenta", resalta Carlos Pelli.

También en la Ciudad de Buenos Aires (donde cerca de 36.000 personas utilizan por día las "bicisendas", con viajes promedio de tres kilómetros por cada una) se puso en marcha el Programa Bicicletas de Buenos Aires, que funciona en las grandes capitales, como París, Nueva York, Barcelona y Bogotá (cuenta con más de 100 kilómetros de vías para bicicletas)–, y que adopta a las bicicletas de paseo como aliadas estratégicas para disminuir el problema del tránsito y promover prácticas sustentables en cada urbe. Hoy, en la capital porteña existen alrededor de 75 kilómetros de bicisendas, que unen varios puntos importantes del centro.

También funciona el Programa de Responsabilidad Social Empresas Amigas de la Movilidad Sustentable, que tiene por finalidad fomentar el uso de las bicicletas de paseo entre los empleados de las organizaciones. Y desde la Subsecretaría de Tránsito y Transporte alientan a las compañías, organizaciones civiles y universidades para que sus empleados y alumnos agarren el manubrio (más de cien entidades ya se sumaron a la iniciativa, dándoles beneficios a quienes lo hacen, como descuentos en repuestos, lugares de estacionamiento, y hasta duchas y vestuarios en las oficinas).

"Creo que los argentinos somos animales de costumbre y hace un tiempo hay un cambio de mentalidad con el tema de la salud y la vida sana. El porteño empieza a observar bicisendas sin peligro y con mejoras para la salud, pero es un proceso que va a llevar tiempo", agrega Donadío. Morasutti cree que el boom continuará: "Sin duda, se utilizará cada vez más la bicicleta. Los medios de transporte públicos continuarán sin poder mejorar sus prestaciones por una simple cuestión de espacio disponible en las calles. El automóvil particular sufrirá esa limitación, sumado al mayor costo de combustible y estacionamiento, lo que lo hará cada vez más lento y caro. Por contraste, la bicicleta irá ganando espacios y, con ellos, adeptos a su uso". Y Donadío agrega: "Todas las grandes ciudades del mundo adoptaron a la bici como medio de transporte saludable y, con el caos de las principales ciudades, nosotros vamos camino a eso. Las ciclovías protegidas ayudaron mucho. Con este sistema de ciclovías, el biker y el auto no comparten el mismo espacio y eso es un logro para los que amamos la bici", afirma Donadío y acota: "Además, hay un plus súper importante: le hacés un bien a tu salud", concluye.

En este punto, es fundamental destacar que los automovilistas y los ciclistas deben respetar la normas de tránsito por igual. En el caso de los últimos, es esencial además que usen casco y tengan luz en la bici. "Cuando nos referimos a 'salud', se debe leer como 'no al sedentarismo'. Además, la bici es bien recibida por la generación Y", se suma Pelli. No obstante, Morasutti es algo más escéptico: "No creo que sean muchos los que consideren el beneficio ambiental al momento de subirse a la bicicleta. Sin duda, el uso de la bici ha crecido, pero la gente que se sigue trasladando por medios impulsados por energía no renovable es todavía la amplia mayoría". Mientras tanto, la bicimanía es una realidad.

Los beneficios de la bici*
¿Qué hay que tener en cuenta para comenzar a andar en bici? NEGRITA

Recomiendo que los mayores de 35 años, al iniciar cualquier tipo de actividad física, se hagan un chequeo médico cardiovascular. Y todos deben controlar que la bicicleta se encuentre en perfecto estado, en especial los frenos. Usar casco protector es una obligación. La posición en la bicicleta es fundamental para evitar lesiones y dolores: hay que ajustar el ángulo del asiento de manera horizontal al suelo o hacia arriba, teniendo muy en cuenta la altura del asiento en relación con los pedales (no deben hiperextenderse las rodillas).

Además, es necesario seleccionar asientos ergonométricos y bien acolchados, así como usar ropa cómoda y calzado que permita buena adherencia a los pedales. Si el trayecto va a ser largo, debe llevarse agua para mantener un buen estado de hidratación (idealmente, beber sorbos cada quince a veinte minutos de pedaleo). No obstante, la ingesta de agua debe ser no solo durante la actividad, sino también antes y después de ella.

¿Qué músculos fortalece?

Sobre todo, el músculo cardíaco, lo que incrementa la eficiencia cardiovascular. Además, todos los músculos de las piernas: cuádriceps, isquiotibiales y gemelos. Y ofrece la ventaja de lograr algo muy buscado por todos: tonificación.

¿Los que tienen problemas de rodilla pueden andar en bicicleta?

Según la patología. En muchos casos de rehabilitación, usamos la bicicleta pero prestamos especial atención al grado de extensión de la rodilla.

¿Cuánto tiempo se recomienda andar?

Se parte de 20 minutos y se incrementa el tiempo poco a poco. Para prevención cardiovascular, entre 30 y 45 minutos.

¿Se queman las mismas calorías que corriendo?

Según la intensidad, al correr suele incrementarse más la frecuencia cardíaca por el traslado del propio peso del cuerpo. En la bicicleta, es necesario aumentar el ritmo de pedaleo. Una forma interesante de promover el gasto calórico en la bicicleta es el entrenamiento con intervalos, en el cual por algunos minutos se incrementa la intensidad.

Andar en bici, ¿puede producir dolor de espalda?

Si va a recorrer largas distancias, hay que cuidar la posición de la espalda, y sobre todo del cuello, para evitar contracturas y dolores cervicales.

*Patricia Sangenis. Médica cardióloga, especialista en Medicina del Deporte.

POR GUSTAVO SENCIO. REVISTA NUEVA

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