Barrió a Cilic y metió al equipo en semis.
Es cierto que hay diferencia de ranking (10 contra 23). También es cierto que la localía pesa y más en Argentina. Y también, que el polvo de ladrillo es su superficie de toda la vida, aunque hoy no sea su preferida. Se pueden buscar más verdades, tirarlas sobre la mesa y decir que Juan Martín Del Potro era el candidato a ganar el juego ante Marin Cilic. Pero ni al más optimista hubiera arriesgado un 6-1, 6-2 y 6-1. Sí, sí. La Torre de Tandil perdió apenas cinco games contra el mejor jugador croata, el mismo que el viernes llenó de dudas la serie con su gran victoria ante David Nalbandian y que el sábado, en el punto de dobles, fue el mejor de los cuatro que estuvieron en cancha, aunque el punto quedó en casa y aseguró gran parte de la clasificación.
"Es hermoso este momento, me costó mucho. Pero el apoyo del público y del equipo fueron fundamentales. Sabíamos que iba a ser una serie difícil pero yo quería ganar este partido para ustedes. Les deseo felices Pascuas", dijo Del Potro para desatar el aplauso de las 14.000 almas que coparon el Parque Roca. Al toque, llegó el saludo de David, que al oído le dijo "Animal, muy buena".
Seguramente, muchas de esas personas salieron de la cancha con la idea de volver en setiembre, cuando Argentina enfrente a República Checa, por las semifinales de la Copa Davis, esa que tanto se le niega al equipo Albiceleste. Después, si se pasa, será el turno de pensar en España o Estados Unidos, que se enfrentarán en continente europeo. Cualquiera de ellos debería venir a tierras porteñas a definir la Ensaladera de Plata.
Después de los sufridos días 1 y 2, el público estaba listo para otro partido de largo aliento, pero Delpo se encargó de definirlo rápido: en 2 horas y 19 minutos. Desde el comienzo, salió a marcar diferencias. Recuperado considerablemente del malestar que le produjo mareos, algunas líneas de fiebre y vómitos desde el jueves a la noche, el tandilense jugó en gran forma y cumplió con el libreto a la perfección, ante un rival que arrastraba 10 horas de acción.
En el primer set, Delpo fue contundente. Le quebró el servicio a Cilic en las cuatro oportunidades que el visitante sacó y cedió el suyo, para sellar el 6-1 en 48 minutos.
Delpo "martilló" con su característico drive y también desde el saque. Ganó el 70 % de los puntos disputados con su primer servicio.
En la segunda manga, el croata levantó un poco su rendimiento. Mostró algunos destellos interesantes y trató de mover a Delpo. Sin embargo, JM se quedó con el servicio de Cilic en el cuarto y en el octavo game, sacó con más eficiencia (5 aces y el 80 % de puntos ganados con su primer servicio) y tuvo la ayuda extra de 20 errores no forzados de su rival para llevarse el 6-2.
En el set final, siguió el monólogo. Firme con su saque y con su drive vapuleó a Cilic con otro contundente 6-1 que le dio a la Argentina un nuevo pasaporte a semifinales. "Lo practico mucho, y cuando lo necesité salió bien", señaló sonriente en conferencia de prensa, al mencionar el saque ganador con el que cerró el juego.
Con la clasificación en el bolsillo y cuando gran parte del público había dejado las tribunas, Juan Mónaco salió a cumplir con el programa ante Antonio Veic y no hizo más que dejar bien parada a la ciudad de Tandil. Para no ser menos, siguió con los scores contundentes de su coterráneo Del Potro y ganó por un doble 6-1.
Para acompañar a Pico, volvieron de los vestuarios JM, Nalbandian, Juan Ignacio Chela, Eduardo Schwank, más los capitanes Martín Jaite y Mariano Zabaleta. Festejaron el 4-1 a puro festejo en el centro del court y demostraron que "hay equipo". También hay una buena señal con la localía. Ahora, a pensar en vencer a los checos y después, la final, con quien sea y, claro está, en Buenos Aires. Esta vez, a nadie se le ocurrirá cambiar de sede para buscar la ansiada Copa Davis.
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