viernes, 20 de abril de 2012
Se inauguraron las Jornadas de Investigación y Extensión 2012 “Educación y Turismo”
Hoy a la mañana, en el Auditorium de la Facultad de Turismo se inauguraron las Jornadas de Investigación y extensión 2012 “Educación y Turismo” con la presencia de autoridades de la Casa de Altos Estudios, docentes, no docentes, estudiantes, graduados y la comunidad en general,
En el acto, el Decano de la FATU, Lic. Marcelo Mancini, agradeció la participación de colegas de diferentes ámbitos y celebró estas iniciativas, donde “se comparten saberes e interrogantes”.
Mancini abordó su discurso como si lo estuviera brindaban diez años en el futuro. En este sentido, daba como realidades hechos que hoy comenzaban a dar sus primeros pasos y otros, en gran parte, que seguían sucediendo en cuanto a la relación entre docentes y estudiantes y los lugares de discusión en las universidades.
Fue así como destacó “la curiosidad” en la búsqueda de los estudiantes, impulsada por los que “generalmente enseñamos pero que también aprendemos”.
El Decano reiteró varias veces la necesidad de compartir saberes, tanto dentro de la Universidad, como fuera de ella y en otras instituciones educativas. “La cátedra ya no es rígida”, aclaró.
“Es mi deseo que estas jornadas sean para compartir saberes. Hemos recuperado el concepto de “universal” de la Universidad que, en realidad, es de universalidad”, finalizó.
El cierre del acto inaugural estuvo a cargo del el Doctor Juan Carlos Chervatin (Director de la Maestría en Economía y Gestión del Turismo – Universidad de Buenos Aires), quien disertó sobre el “Impacto de las tecnologías en el sector turístico”.
“En la década del 80, ser operador turístico era tener télex. Y el que no tenía télex, no podía operar”, contó Chervatin.
En otro tramo de la charla, sentenció que en esa década “la computación era para unos pocos” puesto que su costo era elevado y que “eran muy pocos las que la tenían, y los que las tenían era para mostrarlas, porque no las sabían usar”. “Así como el automovil antes requería conocer de mecánica, en esos días se necesitaba de un científico informático para la computadora para que fuera su conductor”.
Según Chervatin, gracias a la actividad de hombres como Bill Gates la cultura informática comenzó a circualr por todo el mundo y dejo de darse ese panorama donde “la informática no tenía ni una línea en los diarios y sólo figuraba en los libros”.
A medida que las tecnologías eran más cercanas, fueron cambiando los hábitos. En Turismo, como así en otras actividades, la aparición lógica de las bases de datos cambiaron los esquemas, al igual que el correo electrónico, si bien en un principio, era una cuestión interna en el trabajo.
“Nadie soñaba en esos años con el online de las reservas de hotel”, aseguró. Al respecto, destacó que “los boletos antes se hacían a mano” y que hoy, a pesar de todos los cambios, “la gente quiere el papelito” y lo guarda “por si acaso”, sin tener en cuenta el daño que se estaba haciendo en cuanto al cuidado de los aŕboles y la producción papelera.
Al liberar Estados Unidos Internet en 1994, al poco tiempo contar con una web para las agencias de turismo o pequeñas empresas relacionadas al sector era casi una prioridad. Se decía que si usted no tiene web, no existía. Y el tema no es tener web sino tener visibilidad. Y la visibilidad ya no es fácil”, aseveró.
Esta situación comenzó a darse ya en el 2000 en adelante y más aún en la década siguiente con la aparición de los buscadores y las redes sociales especialmente.
“Hay un cierto miedo de que la transmisión de conocimiento desaparezca”, expresó Chervatin. Pero, aclaró luego, que ese conocimiento nque uno aprendía y que luego, con seguridad se iba a olvidar, iba a estar siempre disponible en la red de redes.
“Antes los centros de cómputos ocupaban habitaciones. Hoy los podemos tener en el bolsillo en un smartphone. Los equipos costaban cinco millones de doláres. Hoy podemos tener lo mismo y con una mayor capacidad por 500 doláres”.
Sobre todas estas posibilidades y la transmisión enciclopedística, Chervatin se preguntó: “¿Qué hacemos si la tenemos frente nuestro y no sabemos que hacer con ella?. Tenemos que considerarla en los planes de estudio”.
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